Para prepararlo solo necesitamos:
- Taza lisa blanca, que suele costar alrededor de un euro en cualquier tienda de decoración.
- Pintauñas de color.
- Arandelas, de las que poníamos en el cole en los agujeros rotos de las hojas de carpesano.
- Brillo de uñas.
¡Nos ponemos manos a la obra!
- El primer paso sería limpiar la taza con agua y secarla, para evitar pequeñas manchas que pueda tener.
- Posteriormente, pegaremos las arandelas. Cuantas más arandelas, más lunares tendremos.
- Con toda la taza llena de arandelas, empezaremos a pintar los huecos con el pintauñas. Yo elegí turquesa, aunque quedará muy bien con cualquier color llamativo, como rojo o rosa. Dejaremos secar dos horas.
- Una vez seca, quitaremos las arandelas una a una y con cuidado. Para evitar que se borre con el lavado, fijaremos el color con una segunda capa de brillo de uñas transparente.
El resultado será semejante a este: